Se pasaron los tiempos donde valía el dicho que "al rey la hacienda y la vida se le pueden dar, pero el honor es patrimonio del alma y el alma sólo es de DIOS".
Hoy en día, todos nuestros representantes juran su cargo o prometen por su conciencia y honor servir a España y a los españoles: ja, ja... se sirve a los intereses del partido, de tu familia y por encima de todo de tu propio interés.
Bastaba con la palabra dada, sin firmas, porque el honor era el patrimonio principal de los caballeros, pero... ¿dónde quedaron aquellos valores ?. Hoy, con juramento, con firma y con abrazo, te la juegan y te roban, sin caérseles ni un ápice de ese honor que no tienen y que nunca han tenido. Raro es el que se suicida o se esconde después de haber engañado a todos (bueno no así a sus compinches, que de honor tampoco saben nada).
Si se auditaran, de verdad, sin descartar contabilidades B, a todos los ayuntamientos, diputaciones, partidos, sindicatos, bancos, empresas públicas..., los que seguro nos hacíamos el hará-kiri seríamos nosotros los ciudadanos.
Algo tiene que haber en el ambiente para que todo esto ocurra y no pase nada.
¿ A ver si va a ser verdad lo que dice un amigo mío y que ha salido en alguna publicación "que nos fumigan desde el aire con aviones" ?.
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