Nosotros somos nuestros peores enemigos porque consciente o inconscientemente contaminamos nuestra alma y eso nos aleja cada vez mas de nuestro verdadero yo.
El cuerpo, con sus limites personales o impuestos por el exterior, nos impide muchas veces estar en el interior, en lo que verdaderamente somos,en la felicidad para la que hemos sido creados, en la paz y armonía, en la unidad con todo lo creado.
Nuestra parte inconsciente permite que contaminemos el alma con mucha cháchara y poca reflexión; con mucha televisión y poca observación; con mucha lectura de distracción y poca de formación; con mucha compra y poco disfrute; con muchos placeres artificiales y muy poco conocimiento personal...y lógicamente así nos va. Muchas veces gastamos el tiempo de nuestra vida en simplemente pasar en vez de añadir vida a nuestro tiempo y disfrutar.
La creación, en si misma guarda las cosas más maravillosas que podamos concebir pero pasamos ante ellas sin apreciar nada, en todo caso, una frase de admiración momentánea pero no un verdadero regocijo y reconocimiento desde nuestra alma.
Rara vez estamos presentes con nuestra alma en los acontecimientos. Los sentidos del cuerpo los tenemos desarrollados pero los del alma están casi vírgenes porque no los hemos trabajado, quizá por no ser conscientes de nuestro potencial o porque son tantas las trabas que nos hemos puesto a nosotros mismos que no nos dejan ver mas allá de lo muy concreto y que suele girar alrededor de nuestros gustos y hábitos.
!! Qué pena de tiempo perdido en esto que llamamos vida !!
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