HASTA EL FONDO

Es estupendo que la iglesia quiera profundizar en temas que han hecho separarse de ella a muchos cristianos porque se encontraban en situación de proscritos, sin poder acceder a los sacramentos de la iglesia por estar en PECADO.

Divorciados, homosexuales, mujeres que abortan, parejas que viven sin pasar por la vicaría, prostitutas ..., en fin todos los que mantienen relaciones SEXUALES y derivados... fuera de la ley eclesiástica. No estaban en esta lista los ladrones de cuello blanco, los que luchaban contra los infieles, los dictadores, los que programaban guerras, los que machacaban a los pueblos...

Muchos de los dirigentes de la iglesia no hubieran consentido que se les viera con homosexuales, prostitutas..., pero sí se les podía fotografiar con dictadores, banqueros... con quienes comían e intercambiaban prevendas. EL MAESTRO prefería la compañía de pobres y proscritos, pero... se saca más arrimándose al poder que a los pobres.

Esperemos que una vez que se abra una ventana y empiece a entrar la luz, siga hasta limpiar todos los rincones que han hecho que cada vez se encuentren más alejados del pueblo.

Bien por el papa FRANCISCO, a ver si le dejan seguir por el camino de la luz y la iglesia termina llenándose de todos los deseheredados y dejan de entrar los avasalladores de los pueblos y... si de paso...se abren los locales eclesiásticos para que nadie duerma en la calle y se donan las riquezas, pues mejor que mejor, que la iglesia en sus orígenes era pobre y ha llegado a convertirse en uno de los grandes poderes terrenales con poder incluso para venderte un trozo del Cielo.¡¡¡ Fíjate !!!, como diría Martes y Trece.

LA TRAMPA DEL SUFRIMIENTO

A lo largo de mi existencia he podido comprobar que el miedo a sufrir puede ser mucho peor que el propio sufrimiento.

Demasiadas veces nos roban la felicidad aquellos pensamientos que nos llevan a sufrir, sin que todavía haya ocurrido nada. Pensamientos de enfermedad, de muerte, de pérdida de trabajo, de futuros males...

Es verdad que estas cosas todos los días pasan, pero sufrirlas antes de que pasen es una gran estupidez porque así se sufre dos veces, cuando las piensas y las sientes y luego cuando ocurren, si ocurren.

Todos tenemos experiencias que nos han enseñado que cuando ocurren estas cosas y estás inmerso en ellas, se van capeando, aceptando, resolviendo..., y que vistas con el tiempo no eran tan trágicas como las habíamos pensado, sentido, sufrido... Y es que el tiempo y la distancia hacen ver las cosas en su término justo. Lo que tiene solución se soluciona y lo que no, es tontuna pensar en solucionarlo.

También conocemos cómo en las duras enfermedades y tragedias sale lo mejor de nosotros mismos y que inmersos en buscar las mejores soluciones nos sentimos útiles y por lo tanto bien y fortalecidos. 

Si pudiéramos permanecer sólo en el presente y en lo que toca, seríamos mucho más felices, ya que el sufrimiento por adelantado nos come la vida, nos lleva a angustias, depresiones, infelicidad no necesaria. Si estuviéramos presentes sólo en los problemas reales, los que de verdad ocurren, nos evitaríamos la mitad de las preocupaciones y dedicaríamos ese tiempo que nos sobra en ocuparnos de lo real, de lo que sí nos incumbe. 

Tener claro en lo que podemos intervenir y en lo que no, así como en dedicar el tiempo, y no antes, para resolver lo mejor posible, nos dejará en paz y seguridad y por lo tanto en más felicidad, que al fin y al cabo es lo que buscamos todos, aunque demasiadas veces donde no está.

DE QUÉ LADO ESTAS

Para todo establecemos bandos y es que no podemos separarnos de nuestras creencias y de nuestras vísceras.

Vemos y oímos, ante las distintas situaciones, opiniones y posturas encontradas, cuando no enfrentadas y es que de ninguna manera nos ponemos en las piel del otro.

Ante la salida de las cárceles de presos que nos inquietan por sus desmanes, comprendemos que nos asustamos y dependiendo de nuestras creencias nos situamos a un lado u a otro, a veces sin tener todos los datos a la hora de posicionarnos, porque si yo soy víctima y me dejo llevar por mis vísceras, querré lo peor de lo peor para el verdugo, pero si soy verdugo y la ley me ampara, me acogeré a todos los privilegios que me brinden.

Lo que no puedo es modificar las leyes a mi conveniencia. Si están mal, que están, cambiémoslas, pero no sobre la marcha, porque me convenga o me den votos.

Todos entendemos que mil años de cárcel es una majadería. Si se quiere que los grandes depredadores no salgan de la cárcel, pues que se cambie la ley.

Una justicia, que no es justa, no es buena para nadie, pero una manipulación según nos convenga tampoco. La lay es la ley y si no se cumple o se modifica o se aplica a conveniencia de un grupo..., no vale y así lo debemos sentir, porque hoy puede convenirnos pero mañana no, según en que lado estemos situados.

Situarse en la justicia debe ser muy difícil, porque rara vez se logra y si no sólo hay que girar la cabeza y mirar a nuestro alrededor.

Que las víctimas pidan, protesten y deseen ... es lo lógico, porque sus muertos nunca saldrán de donde están, pero que los partidos bandeen y las utilicen según convenga...eso...es otro cantar.

Si tenemos leyes y nos acogemos al tribunal europeo...pues no queda otra que acatar, nos guste o no, eso no importa. Lo que importa es que lo que no se quiera o no nos parezca justo a la mayoría, se cambie y se aplique.

Mientras el poder político y judicial se mezclen...malo, malo...para ti y para mi que estamos abajo y ... bueno, bueno...para los de arriba que son todos amiguetes. La utilización partidista de las leyes ni es justa ni nos conviene. Por lo menos a mi.