Hoy no voy a referirme a los que han generado la crisis, sino a aquellos que no están dispuestos a padecerla aunque hayan sido elegidos por ti y por mi que si la padecemos.
¿Cómo puede ser posible que tu y yo tengamos que sufrirla y los que se llaman nuestros representantes no?
Los viajes siguen sin hacerse en clase turista, las dietas siguen siendo excesivas, los sueldos elevados, los privilegios muchos y las exigencias de que cumplan con lo que han prometido pocas, así que aún no es suficiente.
Juran estar a nuestro servicio y hacer cumplir las leyes, pero cuando se trata de revisar sus actuaciones poco lícitas se ponen muchos impedimentos y se tarda demasiado en depurar responsabilidades, por no decir, se dimite muy poco en este país.
Que nos dirijan personajes que tienen cuentas en el extranjero, que no declaran a la Hacienda Pública de su país dice bien poco de lo que están dispuestos a hacer por ti y por mi.
Ya vemos que importa más de dónde salen las noticias o quién las filtra que si son o no verdaderas y ver de exigir responsabilidades.
Lo peor es que no terminamos de creernos las cosas o las disculpamos porque lo dicen los que no son de nuestra cuerda o pensamos que no va con nosotros o...Total que nos pasa como a las maltratadas que, además del dolor, creemos que nos lo merecemos, y a lo mejor es verdad que cada pueblo tiene el gobierno que se merece, pero yo no me lo creo porque nosotros, los de abajo, no tenemos derecho a informaciones justas y verdaderas, tenemos las informaciones que necesitamos para no aclararnos del todo, así que las deliberaciones que hacemos, no se atienen a la verdad casi nunca sino a sentimentalismos o medias verdades.
Aunque es una utopía, creo que por respeto, el que nos dirige debe probar la crisis antes que sus representados, porque si no es así, si lo que ocurre es que se montan en nuestras espaldas para que no les toque la crisis, mejor nos valía no tener representantes.
Ya sé que muchos dirán: Esto o una dictadura, pero yo opino que democracia de la de verdad, de la que nos gobiernen los honrados, los verdaderos políticos, los que son capaces de unirse para ponernos mejor, de los que si se sacrifican por los pueblos. Buenos dirigentes, de los que hemos tenido y tenemos muchos a lo largo de nuestra historia.