Dicen los portavoces del PP que nadie puede obviar que su partido ha hecho muchas cosas y que ha sido capaz de reflotar un barco que dejó hundido el PSOE.
La media verdad es que han rescatado las riquezas que había en el barco, ( bancos, grandes empresas...), pero el barco no sólo sigue en el fondo sino que le han lastrado para varias décadas, ( recortes sociales, culturales, sanitarios, derechos adquiridos...).
Que los grandes bancos den beneficios, que se haya conseguido dejar los derechos del obrero a mínimos de hace 30 años, que lo del derecho a vivienda, trabajo, educación, sanidad, cuidados a la dependencia..., sea una irrealidad, que los derechos a protestar se vean penalizados, que pagar los pleitos nos sea tan gravoso, que nuestro poder adquisitivo se haya visto mermadísimo ... ¡ y que los verdaderos causantes de estos problemas sigan en sus puestos y en demasiadas ocasiones con el dinerito caliente bien guardado...! es poner la soga al cuello de los ciudadanos de a pie, así que ni PP, ni PSOE, ni ningún partido que haya participado de esta vergüenza.
Partidos que se han llevado o han permitido que se lleven o malversen los caudales públicos, tienen que recibir un buen escarmiento y si la ciudadanía les damos otro voto de confianza es que merecemos lo que nos pasa.
La democracia no es posible sin partidos políticos, pero tiene que tener mecanismos para controlar que sus representantes sean honrados y defiendan los intereses de los ciudadanos.
No a los corruptos, ni a los mentirosos, ni a los que permiten que el dinero salga del país, ni a los dinosaurios que se perpetúan en el poder, ni a los que recortan los derechos del ciudadano, ni a las desigualdades sociales, ni... Sí a los que trabajan por un mundo más justo, sí a los honrados, sí a los que creen en una democracia de verdad, sí a los que dicen la verdad, sí a la transparencia, sí...
Política sí, partidos políticos sí, sindicatos sí, Europa sí..., pero regida por verdaderos políticos cuyo objetivo sea el bienestar de los ciudadanos y con auditorías y castigos ejemplares a todos aquellos que hagan de la política el feudo donde enriquecerse.
El erario público es sagrado lo mismo que lo son los derechos humanos y el cuidado del planeta. De nosotr@s depende.
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