“Me
dejaron y sufrí, sufrí ciegamente porque me faltaba luz. No me
dejaron entonces, me habían dejado mucho antes, cuando no supe ver
la tristeza en otros ojos, cuando pasé de preguntar, cuando vivía
como si todo fuera bien, cuando compartía sólo lo cotidiano, las
cosas, los hechos…, pero no los sentimientos, los deseos, las
carencias…
En todo ese
tiempo me fueron dejando, se fueron alejando de mí, pero yo vivía
como si eso no ocurriera y así me fue. Me hundí de repente, como si
el mundo se hubiera retirado de mis pies, lo viví con la misma
inconsciencia que vivía mi vida.
Afortunadamente,
el tiempo todo lo pone en su sitio.
Ahora lo veo
más claro. Las cosas no ocurrieron de golpe, simplemente no supe
darme cuenta de lo que estaba pasando y sólo fui consciente de ello
cuando me lo dijeron con palabras y con hechos, en realidad era la
única verdad desde hacía mucho tiempo. Era la decisión honrada de
un sentimiento que yo no había previsto, pero que a estas alturas
era ya inevitable”
.
Cuando esto
ocurre, seguimos estando tan ciegos que nos refugiamos en nuestro
dolor y nos gusta dolernos y seguimos sin querer abrir los ojos
porque creemos que eso nos haría mas daño, cuando en realidad sería
todo lo contrario. Llegaríamos al convencimiento de que las cosas y
nuestra vida habían cambiado poco ya que sólo nos han hecho ver lo
que no había, no había amor ya que el amor ve, vigila, anticipa,
consuela, atiende y está ahí sin decaer, aceptando y amando a pesar
de todo.
Cuando tu
ser querido va por otro camino que cree será más agradable, más
atractivo, más motivador, va tan errado como cuando tu eras el
objeto de su amor, ya que el amor si no aguanta la adversidad, si no
dialoga, si no está atento, si no lucha, si no perdona…, no es
todavía amor.
Todas las
cosas las aprendemos por discernimiento o por sufrimiento. El
discernimiento, vigila, conoce, anticipa, comprende, resuelve,
acepta… El sufrimiento llega cuando nos pilla de sorpresa, cuando
no comprendemos, cuando no aceptamos, cuando nos cerramos a lo
evidente…, pero esto, aunque también es un método de aprendizaje,
no es el mejor por ser el más doloroso.
Sólo
depende de nosotros estar atentos en nuestras relaciones o vivir de
espaldas y sorprendernos cuando ocurre lo inevitable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario