sábado, 14 de julio de 2012

SOLO POR UN RATO


La vida , por mucho que dure, es un momento.

Atrás quedaron los pueblos conquistadores y conquistados. Atrás quedaron los nobles y sus vasallos, los papas, los ricos , los pobres, los poderosos, todo y todos.

A todos se les dio la lucidez de saber que la vida era sólo un rato, que era una tontuna preocuparse por el ayer o por el mañana, ya que en ninguno de los dos es posible ninguna acción, el ayer porque es pasado y el mañana porque no existe y sin embargo, ¡que poco se vive en el presente y cuanto en pasado y en futuro!.

Si lucidamente nos ocupáramos sólo de hoy, del ahora, veríamos que cada minuto trae consigo las cartas que hay que jugar. Sólo tendríamos que estar atentos a la partida para realizar el mejor juego posible. Estar presentes cada día en el levantarse, arreglarse, alimentarse, en el trabajo, diversión, relación con uno mismo y con los otros…, teniendo en cuenta que el único objetivo en esta vida es disfrutar del juego y agradecer las posibilidades que se nos regalan: el Ser, el estar, la familia, los amigos, la naturaleza, todo lo que existe para nuestro disfrute y sobre todo el poder crecer como individuos y cooperar en la conservación de la naturaleza para hacer un mundo mejor o por lo menos no empeorarlo.

A veces, podemos decir: ¿Y el que tiene hambre, frío, sed…? eso no es de la Vida, ese es un problema creado por la ambición del ser humano que si pudiera adueñarse del Sol, nos cobraría por calentarnos.
La Vida, nos da todo gratis : Todos podríamos tener lo necesario si no hubiéramos aceptado este juego en que nos vemos metidos consciente o inconscientemente; que es tener más que… ser más que…poder más que… y sobre todo, no estar fuera del rebaño.

Todo esto desaparecerá o quedará aquí y que lúcido y feliz habrá sido el que: Vivió sólo el presente y resolvió con acierto los problemas que trae el día. El que pasó de la opinión ajena. El que puso en su balanza el regalo de la creación. El que se reconoció completo, único, libre. El que vivió hacia dentro más que hacia fuera. El que comprendió todo y no se identificó con nada. El que sólo amó. Ese sí que puso su grano de arena por hacer un mundo más justo y mejor.
Gracias, por su aportación a todos nosotros, a todos esos seres lúcidos que pasaron sus días amando al prójimo.

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