domingo, 29 de julio de 2012

L A ESTUPIDEZ HUMANA


Qué peligroso es el odio que nos avoca a los seres a comportarnos como estúpidos, que es el mayor grado de tontería, donde con tal de hacer daño al otro, somos capaces de producirnos daño a nosotros mismos.

Nos metemos en pleitos que lo único que consiguen es que varios se enriquezcan a nuestra costa y seguimos y seguimos, a pesar de ver mermada nuestra economía. Muchas veces preferimos que se lo lleven los juzgados que dárselo a nuestra expareja y a nuestros hijos y así estamos dispuestos a falsear datos y hacer lo que sea, aunque nos perjudique, con tal de perjudicar también a la pareja.
Somos capaces de destruir la vivienda para que nadie pueda utilizarla, de envenenar nuestra existencia con tal de ver a nuestro/a ex padecer.

Aquella persona que llegó a ser nuestra pareja, nuestro amigo/a y en muchos casos madre o padre de nuestros hijos es ahora nuestro mayor enemigo/a y el punto de mira de todas nuestras capacidades para hacer daño.
Tamaña estupidez la nuestra, que en vez de tratar de curarnos a nosotros mismos, nos envenenamos con pensamientos casi siempre tergiversados a causa de los filtros destructores que ponen nuestros pensamientos y sentimientos y todo porque metemos el dato falso de que la otra persona me tiene que querer a la fuerza, aunque yo haya hecho de su vida una tragedia o cuanto menos un mal trago.

El amor se regala, no se cobra y si alguien nos ha dado días de amor, agradecer y aprender que si no se nos ama, contra eso no hay lucha posible. Algo se perdió por el camino y casi siempre es culpa o de dos o de ninguno. Recordar lo bueno en vez de envenenarnos, nos llevaría a rupturas con medidas que beneficiarían a ambos, ya que un mal acuerdo es siempre mejor que un buen pleito.

El rencor, la rabia y mucho más el odio al primero que perjudican es al que lo padece.
Qué pena haber pasado parte de nuestra vida con una persona de la categoría  estúpida.

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