Quiero
recordarme a mí misma y a algún otro, que las libertades políticas,
sociales, religiosas, de las que ahora gozamos , y que tanto
sufrimiento y muerte costó conseguir, (basta con mirar la historia
de siglos pasados o a pueblos actuales que aún no han podido
disfrutarlas), pueden perderse a poco despistados que nos
encontremos.
Vemos,
como en países que llevan gozando de esas libertades varias décadas,
poco a poco se intentan recortar por presiones de los poderes
políticos que responden a exigencias económicas y de ideologías
aviesas que saben que los seres libres son peligrosos para conseguir
los objetivos que se proponen.
Las
ovejas son fáciles de dirigir y reducir , a las águilas sólo se
las puede reducir con la muerte pero nunca dirigir porque son
libres.
Quiero
desde aquí mandar un recuerdo de agramecimiento a tantas y tantas
personas que con su sufrimiento y esfuerzo lograron para nosotros una
vida más fácil y mejor. A tantas y tantas personas que vieron con
claridad que sin esfuerzo no hay libertad y lucharon contra el poder
para poder conseguir un poco más de dignidad. A tantas y tantas
personas que no quisieron vivir de rodillas y que dejaron a su
familia y su vida en aras de ese deseo de mejorar las condiciones
humanas de vida para ellos y para el resto de la humanidad.
Yo
no creo que la humanidad no vea lo que es bueno para ella,
pero
si creo, que el miedo nos paraliza y no es para menos.
A
fuerza de lucha se consiguieron algunas migajas del pastel que ahora
algunos quieren volvernos a quitar y es que a los poderosos
nunca
les es suficiente.
Para
algunos no conseguir los millones de beneficios previstos, se
consideran pérdidas, mientras que a otros se les niega el pan.
Me
gustaría pensar que el ser humano es capaz de aprender de sus
errores y que no habrá que volver a aprender con sufrimiento, o en
el peor de los casos, con sangre.
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