A ti que estas ahí cuando se te necesita, dando tu tiempo, tu sonrisa y lo mejor de ti, a ti voluntario en la ayuda a tus semejantes, a ti que estás con los ancianos, con los presos, con los angustiados, con los que ni tienen poder en este mundo ni esperan ya nada de él, a ti que tienes que ver con preocupación cómo aumentan los desahucios, cómo cada vez hay más seres humanos vagando por las calles en busca de alimentos, materiales que vender, trabajos... A ti que sigues ahí llamando a muchas puertas para seguir dando de comer en los comedores sociales y vistiendo a tantas familias que ya no tienen para subsistir, a ti que sigues creyendo que el ser humano es lo mejor que ha dado el universo. A ti te ponemos la medalla del amor los que todavía nos queda fe en el hombre y en algo más.
!Qué suerte tiene el mundo de que tú te encuentres en él! Y lo mejor es que cada vez hay más seres que van poniendo su granito de arena ante una situación que casi se nos escapa de las manos. Hay seres humanos que se juegan la vida, seres que dejan su tiempo y su amor para ayudar a sus semejantes, porque han entendido que tú, yo y aquel, somos hermanos e iguales y solo pretendemos ser felices.
El ser humano es capaz de lo mejor y de lo peor, cada uno elige
libremente el camino que quiere seguir, pero el resultado no es el
mismo, unos consiguen hacer un mundo más justo y otros son capaces de las mayores atrocidades e injusticias. A los
primeros es fácil diferenciarlos pero no así a los segundos que se
esconden en pieles de corderos y se erigen en salvadores de los pueblos.
Ten cuidado no te vayan a engañar que la caja tonta es una caja mágica
que hace ver lo blanco negro y a la inversa.
!Qué razón tenía Cristo cuando dijo que era casi imposible que un rico entrara en el reino de los Cielos!. El rico vive en otra galaxia, vive rodeado de alarmas, muros de seguridad, guardaespaldas, se relaciona con los de su clase, busca siempre aumentar sus dividendos y satisfacer sus gustos y de ti y de mi no sabe nada. Nos tiene miedo y no tendría porqué, porque tu y yo somos gente pacífica, tolerante y comprensiva y ni siquiera queremos lo suyo, sólo queremos lo nuestro, queremos muy poco: respeto, justicia y vivir en paz, ni siquiera con lo superfluo, sólo con lo necesario para una vida digna y feliz.
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