viernes, 23 de noviembre de 2012

LO QUE NO ES TUYO

Vivir sencillamente, para que los demás puedan, sencillamente, vivir “
Este mensaje que GHANDI, se aplicó a sí mismo, podía valer como petición de los pueblos, de los de a pié, a sus dirigentes tanto políticos como religiosos.

Continuamente oímos y sabemos, gracias a que hoy los medios de comunicación están al alcance de muchos, que son muchísimos los dirigentes de los países que amasan grandes fortunas y se apuntan a máximos beneficios, cuando dejan sus cargos, para vivir una vida entre los grandes, los poderosos, los que viven en la opulencia.
Todo ello, con los recursos económicos de los pueblos. No es que trabajen más horas que tú o que yo, o que sus trabajos sean más duros que los tuyos o los míos, ni que sean más ahorradores que nosotros…no, no es eso. Es simplemente que se quedan con lo que a ti y a mí en un reparto justo, nos correspondería.

En la mayoría de los casos, sobre todo en las dictaduras, se quedan con todo, ante la mirada atónita y a menudo impasible de propios y extraños. Claro que cuando los dirigentes de naciones democráticas los reciben y los agasajan en las visitas a estos países, se libran muy mucho de decir los intereses económicos o políticos que reciben de sus homólogos dirigentes. Tu me garantizas el suministro de petróleo, gas…y yo a cambio hago la vista gorda y te recibo haciendo como si no supiera lo que pasa en tu país.

Ellos, se tapan, comparten , se ayudan…y a ti y a mí nos dejan llegar sus migajas; mientras que otros mucho más valientes que tu y que yo, que se les oponen, son vilipendiados, desplazados…y en muchos casos, en demasiados países, desaparecidos o muertos, después de torturados y encarcelados, no con el beneplácito, pero si con la mirada hacia otro sitio, de muchos de sus correligionarios de países, supuestamente, democráticos, y digo supuestamente porque si supiéramos todo lo que se cuece a nuestras espaldas, a lo mejor, elegiríamos de otra manera.

En honor a la verdad, también hay personas, espero que muchas, aunque conozco pocas, que como Julio Anguita, renunció a la pensión que le correspondía como político y se conformó con la que le corresponde como trabajador, lo que indica que está de acuerdo con la afirmación de GHANDI, lo cual además de justo, nos beneficia a los de a pié.
Vivan los políticos que sirven con honradez a sus países y debían de imponerse grandes penas y repudio total a aquellos que se aprovechan de sus cargos para amasar grandes fortunas para ellos y para sus familias, con los bienes que son solo para mejorar a los pueblos.

La pobreza de los pueblos es la vergüenza de sus dirigentes.

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