Es la primera vez que vivo la renuncia de un papa y la abdicación de un rey y aunque son miles las cuestiones que me bullen en la cabeza, sólo voy a plantear dos.
Sobre el papa. Se supone que está en conexión con Dios y guiado por el Espíritu Santo y siempre tiene la respuesta correcta en cuestiones de fe y de costumbres (por lo menos así me lo enseñaron a mi). En este caso es mejor tener dos que uno, para más seguridad, y así ocurre que últimamente se cambian algunas cosas que antes creíamos fundamentales -por lo que creo que se adaptan a las circunstancias-, y el Espíritu Santo se ha vuelto "flexible" cosa que me parece bien porque le hace más cercano y atento a las necesidades que se van presentando.
En cuanto al rey, si ha de existir, que sea por oposición y que gane el mejor preparado, aunque yo no vea la necesidad de ciertas titulaciones : reyes, condes, marqueses..., sobre todo si cuestan mucho y su mandato perjudica a los vasallos de a pie, ya que a los poderosos no les perjudica nada ni nadie.
Felipe, yo entiendo que si estás bien preparado puedes representarnos como embajador de España por un sueldo aceptable, pero no sustituir a tu padre, porque yo no pude sustituir al mío sólo por ser su hija, tuve que buscarme las lentejas. Y eso que no te envidio, porque me parece que podías vivir tranquilo, en paz y feliz con tu familia sin meterte en fregados trasnochados.
Tú sabes que hay muchas naciones sin reyes y funcionan, por lo que por nosotros no lo hagas. Yo, por mi parte, te exonero de las obligaciones que te han hecho creer que tienes para conmigo.
Me parece justo decírtelo y no me gusta que te lo digan de malos modos o con violencia. Creo que hablando podemos entendernos. Sin acritud, porque yo creo que tú te lo crees de verdad y por eso lo haces.
Los reyes, princesas, hadas, brujas, ogros, dragones..., ni siquiera deben ser ya utilizados en los cuentos. ¡ Dejemos de asustar a los niños y a los " mayores menores de edad " !.
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