miércoles, 15 de mayo de 2013

VACUNA CONTRA EL ENGAÑO

¿ Cómo puede uno vacunarse contra la estupidez y la pérdida de valores humanos ?.

Todos, todos los días, abres el periódico, pones la TVE, escuchas la radio..., y te encuentras con miles de noticias que reflejan la estupidez humana y la falta de valores humanos.

Nos enseñan lo importante que es la belleza exterior, el poder, el tener, el seguir las marcas, el vitorear a políticos, futbolistas, cantantes... Ni un sabio, ni investigador... está en candelero y me atrevo a decir que no es por casualidad.

Podría poner miles de ejemplos, pero voy a referirme a un anuncio sobre loterías, que viene a decir algo así: el único problema que se planteará si te toca la lotería es saber qué tamaño de diamante poner en la correa de tu perro, ya que ése debe ser el único problema que tienen los ricos. Eso indica, en el fondo, que el rico no tiene que preocuparse de nada ni de nadie, que los problemas de este mundo humano no le tocan a él, que con los millones ya no te puede salpicar nada malo de lo que ocurra a tu alrededor.

Qué distinto sería un anuncio que deseara que tuvieses suerte porque al tener mucho podrías ayudar a solucionar muchos de los problemas que te rodean.

La verdad es que en este mundo capitalista los valores que se transmiten como más importantes son llegar a no tener que trabajar, no hacer nada, despreocuparse de todo, vivir dándote satisfacciones, concederse todos los caprichos y mirar hacia otro lado. ¡¡ Pobre juventud !! la que lo crea.

Menos mal que hay muchas personas en el mundo, para suerte del planeta, que dan su tiempo y sus saberes en beneficio del otro. Jóvenes que dejan su familia, sus amigos, su país... para ayudar allí donde creen que son necesarios. Personas que degustan la felicidad de dar, de compartir, de ayudar, de solidarizarse con el otro...

Debiera de haber una vacuna que nos diera la potestad de ver como tonterías lo que son tonterías y percibir la manipulación que hay detrás de tanta palabrería, de tanto concurso, de tanto anuncio, de tantas promesas de felicidad...

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