BROTES VERDES

Brotes verdes para el que ya tenía los árboles tan llenos de hojas que no le dejan ver el bosque, de los que no encontrarán trabajo ni en los próximos diez años, amén de las miles de familias que tienen a todos sus miembros en paro, los miles que se han quedado sin vivienda, los miles que...

Brotes verdes en una sociedad que ha comenzado a manifestar su hartazgo y ha conseguido parar una obra millonaria que, aún suponiendo que fuera buena, no se puede pagar sin seguir hipotecando el futuro de muchas familias que van a necesitar ayuda social para no morirse de hambre.

Brotes verdes de un gran número de personas que se han mantenido durante años protestando por la no privatización de la sanidad y han conseguido, de momento, parar otra injusticia.

Brotes verdes que van surgiendo en una sociedad cada vez más consciente de que nada nos van a regalar y que si no se para a los políticos, nos seguirán llevando a la ruina del país.

Son muchos los que jalean la política del PP, creyendo que de apretarnos el cinturón vamos a salir de una crisis que no hemos provocado nosotros sino ellos, pero que sí que la hemos sentido con toda la crudeza. Una crisis que ha conseguido quitarnos todo lo conseguido laboralmente en los últimos cincuenta años. Una crisis que nos va a seguir llevando durante años a pagar todas las megaobras que les sirvieron a muchos para medrar en política, para conseguir votos y para enriquecer a los que luego nos llevaron a esta situación. Una crisis de la que empezamos a salir con salarios precarios y una situación laboral vergonzosa, en la que los verdaderos beneficiados son los que provocaron la crisis.

Es triste, por lo menos para mí, desear que a Blesa le hubieran dado bien el otro día fuera de los juzgados, ya que, lo que es dentro, se va de rositas.

Es duro, para mí, sacar sentimientos de rabia y malos deseos para tanto indeseable y no ver perspectivas de futuro porque los partidos no se han saneado por dentro y sanear por dentro lo llamo a devolver lo robado, a salir de las filas y pagar política y socialmente por los errores cometidos y no a lavar la cara con palabras pero sin ninguna acción contundente y seria de verdad. 

Es duro hacerse consciente de que, elijas lo que elijas, seguirán mirando por sus intereses y no por los tuyos, porque no sientan las bases para que no vuelva a ocurrir algo como lo que nos ha ocurrido. Han aplastado al de siempre, al más débil y han salido fortalecidos, de manera descarada, los de siempre, los más fuertes.