Termina un año duro para muchas familias y doloroso para casi todos por la insolidaridad que hemos podido percibir en aquellos que se dicen dirigir los destinos del mundo y que han sido " elegidos " por nosotros para solucionar los problemas que se nos presentan.
No voy a felicitar el año ni a banqueros, ni a gobiernos, ni a los dirigentes de religiones que no se hayan molestado en trabajar por hacer un mundo más humano y justo.
Sí voy a enviar mis mejores deseos y agradecimiento a tanta gente solidaria que ha hecho posible una vida más llevadera a enfermos, presos, necesitados...
Que el próximo año nos traiga a todos una voluntad de compartir y buscar la solución a tantos problemas como aquejan al genero humano, pero sobre todo abra el corazón de los seres que oprimen, violentan, roban y crean un infierno para otros seres humanos sólo para medrar y figurar entre los poderosos de esta tierra.
Que el DIOS de todos nos envíe lucidez para que puedan cesar los enfrentamientos y masacres de los pueblos y que encontremos en el amor más ventajas que en el odio.
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