¿Qué es lo efímero?
Generalmente sentimos que aquello que nos gusta pasa demasiado rápido, mientras que lo que no nos gusta dura demasiado. Cuando esperamos algo que deseamos, el tiempo pasa con lentitud, pero ese mismo tiempo se hace increíblemente corto cuando esperamos algo que no deseamos que llegue.
Nuestra vida puede parecer larga por la cantidad de cosas que parece realizamos a lo largo de nuestros días; y en cambio, si todavía pretendemos hacer más, pensamos: “es que le faltan horas al día” y, paradójicamente, tenemos la sensación de que la vida es efímera.
Yo creo -es una percepción personal-, que si contamos las veces que subimos y bajamos, vamos y venimos, comemos y dormimos, salimos y entramos, trabajamos y descansamos y, además, hacemos cosas…, la vida es casi eterna, y…, sin embargo, tenemos la sensación de que no vivimos lo suficiente; y esto es verdad; vivir, vivir no es lo mismo que estar. Estamos aquí demasiado tiempo para ser tan poco conscientes de lo que es vivir y es que tenemos unos parámetros que no sirven para medir la Vida.
Una mariposa, una flor, un pájaro puede parecernos que tienen una vida efímera, cuando lo que hacen realmente es vivir intensamente su ciclo de vida. Viven su tiempo como tienen que vivirlo, realizan la función para la que viven y lo hacen como lo tienen que hacer en felicidad, armonía y paz que al fin y al cabo es lo que está buscando encontrar el ser humano durante toda su existencia.
Los seres humanos damos más importancia a la cantidad que a la calidad y pretendemos seguir aquí a cualquier precio, aunque sea al precio del dolor, de ahí que nos sea tan difícil dejar decidir a otro hasta cuándo quiere estar aquí.
Entre tod@s -más culpables unos que otros- hemos conseguido crear un infierno para muchos de nuestros congéneres. Nos permitimos llamar vivir a matar de hambre, frío, miedo, cansancio, decepción… a otr@s, y gastamos grandes fortunas en curar las enfermedades que nosotros mismos producimos, en estudiar cómo alargar la vida, cómo eleminar a otros seres, en construir para luego destruir…
Yo abogo -ilusa de mí-, porque la vida del ser humano dure como la de las mariposas; en tan poco tiempo no podríamos hacer demasiado daño a este planeta que tiene que estar continuamente sufriendo de ver que nuestro nivel de consciencia es inversamente proporcional a la edad cada vez más avanzada que alcanzamos.
Si elimináramos del planeta a los pájaros, a las mariposas a las flores, en poco tiempo el planeta se resentiría de una manera increíble, mientras que si desapareciera el ser humano, es muy posible que floreciera como un vergel y la vida de todos los demás seres sería eso, VIDA.
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