viernes, 27 de septiembre de 2013

EL DOLOR AJENO

Disfrutar con el dolor ajeno es una de las cosas más aviesas que puede tener alguien que se llama humano.

Que a algunos les guste ver una corrida de toros, en la que el animal siempre lleva la peor parte, puede gustar por lo que dicen tiene de arte, aunque yo no llegue a entenderlo por la crueldad que denota ver hundirse en la muerte al toro, pero alancear y perseguir a un toro hasta causarle la muerte, verle desorientado, enloquecido de miedo, morir a cada lanzada de unos mozos que se creen valientes, es de una insensibilidad y crueldad que no tiene ninguna disculpa y menos arguyendo que es una tradición. También nosotros hace siglos vivíamos en las cuevas, pero ahora se supone que tenemos cultura y vamos dándonos cuenta de que cada vez podemos ser mejores, más conscientes y por lo tanto más consecuentes.

Que el PP se valga de su mayoría absoluta para, todos en bloque, votar sin sensibilidad hacia el dolor, aunque sea de los animales, que por cierto tienen VIDA como nosotros, es de una decadencia de valores que a mi me  hace gritar : ¡¡¡ "por favor a mi no me representéis "!!! porque creo que nuestros representantes tienen que ser sensibles, honrados, correctos..., y si como borregos guardan su sensibilidad, que no dudo que en muchos la habrá, por obedecer al partido...pues...no se qué decir, mas que a mi no me representan los cobardes y los que siguen al rebaño.

No al maltrato de nada ni de nadie y menos por aseverar que siempre se ha hecho o que hace mucho que es así,  porque que yo sepa siempre se puede mejorar.

Yo creo que el que no tiene sensibilidad para los animales puede carecer de ella cuando se trata de seres humanos, porque ambos tenemos derecho a la vida y a ser respetados o por lo menos a sufrir sólo lo imprescindible, no a que otros seres humanos añadan más dolor al dolor.

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