jueves, 16 de agosto de 2012

EL MAXIMO PODER

No he venido a hacer mi voluntad sino la voluntad de aquel que me ha enviado” . “He venido a servir y no a ser servido”. “La voluntad del que me envía es hacer de la Tierra su reino: Reino de paz y justicia, Reino de vida y verdad. Reino de amor”.

No comprendo como tanta y tanta gente y sobre todo tantos dirigentes de tantas religiones han tergiversado el deseo de Dios.

Han cambiado el texto, por uno que les viene mucho mejor a ellos. Servirme, cuidarme, poneros a mí disposición , venerarme, agasajarme y obedecerme que yo soy el representante de Cristo, y por lo tanto, de Dios en la Tierra. Yo digo lo que está bien y lo que está mal, lo que se puede o no se puede hacer, yo os perdono o no, según convenga.

Claro que, en tanto en cuanto las personas vayamos teniendo más información , por lo tanto más formación y mejor criterio, será más difícil mantenernos en el engaño, porque seremos capaces de juzgar por los hechos no por las palabras. “ Ya es casualidad, que como pasa con los gobiernos, sus leyes sirvan siempre a sus intereses” .

Menos mal que Dios es mucho más comprensivo, tolerante, justo y todas las buenas cualidades que le caracterizan, ya que por eso es Dios.

¡Qué bien os viene que casualmente Dios se comunique directamente sólo con los que le representan y que os dicte las leyes que os conviene y además seáis los dirigentes de las almas de los que os siguen y a las que podéis asegurar un trocito del paraíso¡.

Cuesta pensar que Dios, que no se valió de un ejército para establecer aquí su Reino y ni siquiera salvó de la muerte a su hijo, os permita a vosotros hacer una guerra santa, castigar sin piedad a los que se os resisten o no comulgan con vosotros, maquinar para perder a los que se os oponen y excluir del paraíso a los que no os siguen.

Se llevaron las creencias religiosas a muchos países pero a cambio se trajeron sus riquezas. Se quedaron con la Biblia pero perdieron sus tierras y su cultura. No fue un mal cambio.

Muchos creyentes nos avergonzamos de tales actos y sí creemos que el reino de paz y justicia es posible pero empujando con el amor y el servicio a los más necesitados.
Gracias porque también hay muchas y muchos... empujando ese carro.


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