Es imposible escuchar tranquilamente a muchos de nuestros dirigentes y representantes de partidos políticos, que una vez han metido la pata, en vez de sacarla con dignidad, buscan una explicación que repiten una y otra vez como un mantra y cierran filas repitiendo los mismos argumentos tergiversadores, como si de una consigna se tratara.
Los papeles de Bárcenas ¡son los papeles de Bárcenas!, como si alguien pudiera creer que se los ha inventado y dan mil argumentos para que la culpabilidad quede en él.
Las donaciones a su "ONG" -última gracieta del PP-, para el bien común ¡Anda ya!
Miles de denuncias, imputaciones, falsedades... y todo lo tratan como que no fuera de ellos, como que son cosas que ocurren ajenas a su voluntad, como si el dinero se repartiera solo y se les metiera en sus bolsillos sin que se dieran cuenta.
Hacen una ley de transparencia como si, siendo los más honrados del planeta, quisieran limpiar la corrupción de la oposición.
En los debates, que se supone que se hacen para informar al pueblo, pasan el tiempo echándose unos a otros en cara sus tropelías y así evitan dar las explicaciones necesarias sobre sus actos y tomar responsabilidades para limpiar este país de tanto hedor.
La peor sensación, no es ya que nos hayan esquilmado, robado, engañado, vilipendiado..., es que nos toman claramente por infantiles a los que se engaña una y otra vez porque son menores de edad y de inteligencia, lo que hace que además de no tener honor, sean ESCORIA.
El hartazgo de la población se lo traen al pairo y es tal su prepotencia y seguridad de que son impunes, que campean a su aire... No hay más que ver dónde están Bárcenas, Rato, Urdangarín, Blesa, Pujol... y un sin fin de personas que nombraban, sabían, negociaban, consentían, pillaban...
No lo digo yo, lo dicen Bono, Revilla, cientos de periodistas, juristas, políticos honrados... de este "POBRE" país que ha tenido la desgracia de ser uno de los países más corruptos y cuya pobreza alcanza a miles de niñ@s.
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