HABLAR POR HABLAR

Hablar sin pensar, hablar a medias sin tener en cuenta todos los datos, hablar por decir algo, hablar para confundir..., ese es el lenguaje que se utiliza demasiado a menudo en política.

Hoy, oía a un dirigente del PP decir que los de la plataforma de desahucios no tenían legitimidad, que la legitimidad la tenía su partido porque en las  urnas, el pueblo con sus votos, les había dado esa legitimidad. Es verdad, sólo que se le olvida añadir que la legitimidad fue dada para lo que prometieron no para lo que están haciendo, porque se libraron muy mucho de contar el descalabro en el que nos iban a meter a la clase trabajadora y el robo al que íbamos a ser expuestos los ahorradores, amén de permitir que se lleven el dinero público con total impunidad.

Somos muchiiísimos los que no estamos por la violencia, pero es que dejar sin trabajo, sin casa, sin alimentos, sin educación, sin cultura..., es violencia. Es la peor de las violencias.

No está bien que vayan a la puerta de sus sedes o de sus domicilios y les insulten, por supuesto que no, pero ponte por un momento en el lugar de los desahuciados, los parados, los robados...y luego me dices, de verdad, qué harías tu en su lugar.

Lo que ya es pasarse, pero pasarse, es asegurar que son pro-etarras, izquierdosos, antisistema..., en vez de verlos como lo que son, gente solidaria, harta, desahuciada, desesperada..., aunque en algo le doy la razón y es que la gente de verdad de izquierdas, no de partidos de izquierdas que eso es otra cosa, es más solidaria y más comprometida con las clases bajas.

Es mejor callarse que defender lo que no tiene defensa, aunque te lo mande el partido.

DEBATIR ENTRE ADULTOS

Un debate en el que prima:

¡¡ Y tú más..., vosotros también... ¡¡ Váyase Sr...!!, y la mayoría del tiempo se va en echarse a la cara trapos sucios unos a otros; demuestra que tú y yo importamos poco. No sé si tus problemas y los míos interesan de verdad.

Yo esperaba un debate sobre soluciones. Unidos ante los problemas, dando soluciones no sólo a los bancos y a los empresarios, sino al paro, a los desahucios, al maltrato de género, a los asaltos de los bancos a los ahorradores ( véase preferentes, Bankia...), a la pobreza, a la mejora de la educación, a la sanidad publica, a la violencia callejera, a las mafias, a los ladrones de lo público..., en fin, a los problemas que nos acucian a los que les hemos votado. Yo creo que o somos tontos o somos Ignorantes, no hay alternativa, porque confundimos votar con botar y es que ninguno de los dos partidos que han mantenido el poder nos habéis dado soluciones; claro que vamos a "peor", ya que si no fuera por los comedores sociales, las iniciativas particulares y la generosidad de los de abajo, estaríamos como en la postguerra, aunque ahora hay casi tanta gente pidiendo por la calle como entonces. Claro que hoy la riqueza es mas visible. Se llega al parlamento en buenos coches y los eventos políticos se hacen a lo grande y no es de casualidad que ninguno vive ni en tu barrio ni en el mío.

Yo pediría: ¡ váyanse señores gobernantes! si no defbienden por encima de todo a aquellos que les han subido al poder y no me refiero a la banca y al capital, que también, sino sobre todo a los que les votan.

La ley más dura debiera de ser para aquellos que defraudan a  los ciudadanos desde el poder, tanto en las promesas incumplidas como en aprovecharse del puesto político para medrar.

Un servidor público, que cobra de lo público, tiene que ser honrado y parecerlo, sin ninguna duda, o dedicarse a otra cosa, y más los que han obtenido el puesto sin atender a sus conocimientos, sino por pertenecer a un partido y con el voto público.