sábado, 16 de mayo de 2015

¡QUÉ GRACIA!

Tendría gracia, si no fuera por lo trágico de ver cómo nos toman por tonta a la población muchos de nuestros "queridos políticos".

Los oyes en los medios hablando de sus programas y ves con estupor cómo tratan de pasar por buenas las promesas que nunca se hicieron efectivas y, para más "inri", se vuelve a prometer lo mismo con toda desfachatez.

Hay otr@s muchos que nos venden como buenas las intenciones: "trataremos de..." "intentaremos llegar a..." "se va a proponer..."; total... las ambigüedades y los deseos no aclaran nada ni comprometen a nada. Como dicen Cruz y Raya "si hay que ir se va, pero ir para nada...", mejor callar.

Cuando se les piden explicaciones concretas sobre mala gestión, prevaricación, robo, tramas y mafias de corrupción..., nunca nombran a ningún responsable y se cierran en sus mantras y sus consecuciones económicas, aun siendo conscientes de que de sobra sabemos que son ellos quienes han creado esta situación.

Yo considero corrupto al que se lo lleva, al que consiente, al que no denuncia y al que sigue representando a un grupo del que aún no se ha conseguido meter a la cárcel a sus corrupt@s y obligarles a devolver lo robado antes de nuevos comicios. No he visto romper carnets del partido delante de l@s prevaricadores y de l@s que se comportan como si su país, su provincia o su pueblo fueran su feudo particular.

¡Cuándo entenderemos que nuestros gobernantes están al servicio del ciudadano porque cobran gracias a nuestro esfuerzo y sudor!

Nunca entenderé que si buscamos tod@s el bien común, no seamos tod@s de un "centro" que sería desde donde se podrían tender puentes a derecha e izquierda para aunar esfuerzos.

Si se exige mejorar las condiciones de vida de los pueblos, buscar el bien de l@s que tienen más dificultades, respetar por encima de los derechos individuales los colectivos, clamar porque la igualdad y la justicia sean posibles, que no se permita el latrocinio de los pueblos...; si estas son tus exigencias... ¿eres de extrema izquierda? Y ante este dislate me pregunto: ¿Entonces qué mundo quieren los de izquierdas, los de centro, los de derechas, los de...?, porque o se está por los derechos humanos o no se es digno de representar al pueblo.

Esa "extrema izquierda", pacífica, inteligente, culta, responsable, dialogante, sencilla... ha hecho que todos los partidos se pongan las pilas y empiecen a darse cuenta que el pueblo ya no se conforma solo con votar para que luego le pisoteen, que los que nos gobiernan no son nuestros dueños sino nuestros servidores.

Hacen falta menos partidos y más enteros. Más justicia y menos represión. Más cultura y menos retrógrados. Más solidaridad y menos individualismo. Más respeto y menos xenofobia. Más amor y menos odio.
Tendría gracia, si no fuera por lo trágico de ver cómo nos toman por tonta a la población muchos de nuestros "queridos políticos".

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